Hace dos semanas, los niños y adolescentes hijos de madres y padres separados fueron autorizados, “como actividad excepcional”, a alternar una vez por semana entre las casas de sus progenitores, siempre respetando la cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus covid-19.

Para efectuar los traslados, madres y padres deben cumplir un requisito formal, sobre todo teniendo en cuenta los controles viales que efectúa la Policía de Tucumán por el programa "Nadie en las calles", que coordina el Ministerio Público Fiscal.

Son dos los elementos que no pueden faltar: el documento nacional de identidad del niño o adolescente; y la declaración jurada que habilita el traslado, en el marco del artículo 6, inciso 5 del decreto nacional 297/2020. Podés descargar este último haciendo clic aquí.

Este permiso apunta a garantizar el derecho de los menores de edad a “mantener relaciones personales y contacto directo con progenitores o referentes afectivos” en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio vigente desde el pasado 20 de marzo.

El DNU ordenó “incorporar al listado de excepciones al cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio y a la prohibición de circular” a los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en esta situación.

Así, quedarán exceptuados de la cuarentena y de la prohibición de circular, siempre y cuando se dirijan hacia el domicilio de uno de sus progenitores.

Además, sólo podrán trasladarse una vez por semana y deberán portar completa la declaración jurada aprobada por la Resolución N° 132/20 del ministerio de Desarrollo Social. En el caso de familias monoparentales podrán ir también al hogar de un “referente afectivo".

En sus considerandos, la norma señaló que la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 9, inciso 3, establece que los Estados siempre respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a “mantener relaciones personales y contacto directo con ambos de modo regular, salvo si ello es contrario al interés superior del niño”.

En un principio, cuando se dictó la cuarentena se estableció que los menores de edad debían cumplir el aislamiento en el domicilio que funcionara como su “centro de vida o al más adecuado al interés superior del niño, niña o adolescente” y que solo podían trasladarse una vez, y sin posibilidad de alternancia. Pero una jueza declaró inconstitucional que se les impida a los hijos de padres separados cambiar de casa y el Gobierno nacional, en consecuencia, dictó un instrumento en ese sentido.